Por: Gabriel González Acosta i Cabanes
Este Orisha representa la “Cabeza” de la religión; no la cabeza del individuo, a la cual llamamos Orí. Obbatalá significa “Rey de todo”; es decir, es en quien Olofin puso el poder de dirigir las cabezas humanas. Es un Orisha Fun Fun (blanco) sin importar el avatar que tenga... Cuando Orí baja es Obbatalá quien con ayuda de Ayalá le da forma y la coloca sobre el género humano. Es cabeza de todos los Orishas, porque él es Rey de Reyes y su papel es mantener la paz y la armonía en todo lo que Oloddumare creó, tanto Oshas como humanos.
Todos los Orishas lo respetan, pues es su mayor, el más sabio, el rey. Toma su título de Babá como padre de todos los Orishas; pero este título de padre no significa que los Orishas nazcan de él, sino que su relación con los hombres y Orishas se demuestra con el cariño y protección de un padre a sus hijos.
En Cuba se identifica a Obbatalá lo mismo con Odduduwa que con Orishanlá que con cuanto Orisha Fun Fun exista; siendo esto un error. La correcta jerarquía es: Oloddumare, Olorun, Olofin, Orishanlá, Odduduwa y Obbatalá.
La Creación es Oloddumare; El Espíritu de la Creación, lo que dio origen al pensamiento de Oloddumare es Olorun, quien posee una memoria a forma de “Disco duro” de todo lo que sucede en el espacio y la tierra porque de su partícula se creó todo; Olofin es el portador de la Ley que Oloddumare impuso, es el vocero entre los Orishas y Oloddumare; Orishanlá es la extensión de Orisha en la tierra; es el primer Orisha que bajó a la tierra y entregó a cada una de las deidades un poder y un habitat, por así decirlo; Odduduwa es el que impone los Oddu (leyes, signos, avatares, secretos...) que le entregó Olofin para crear el primer asiento de humanos y Obbatalá cuando Odduduwa partió a los cielos quedó como Rey del Mundo. Esto si lo analizamos bien no es complejo, pues unos crearon el mundo físico y otros el mundo espiritual de Osha (Orishanlá) y otros se dedicaron completamente al hombre (Obbatalá).
Obbatalá es dueño de todas las cabezas; es decir, de todos los hombres porque es el Rey soberano al que todos rendimos tributo; de ahí que se diga que Odduduwa es Obbatalá. ¿Por qué? pues porque para los Yorubas su primer Rey es Odduduwa y Obbatalá el creador de las cabezas; sin embargo hay muchos patakíes en donde Odduduwa y Obbatalá mantienen una enemistad, por lo cual creo que es crucial reproducir esta visión Yoruba:
“Olórun creó primero a Obàtálá, pero cuando Òrìşà-Nlá (el Gran Òrìşà Blanco) se dirigía al umbral del mundo espiritual, se encontró con Èşù (Eshú, también conocido como Elégbara o Elégbà), que le exigió que hiciera sacrificio. Altivo, Obàtálá se rehusó y Èşù decidió imponerle un castigo: le puso en el camino una comida muy picante y plantó una palmera vinícola.
Después de mucho caminar, Bàbá, decidió descansar. Como tenía hambre, decidió probar la comida que Èşù había plantado. Una vez satisfecho, tuvo sed y con su opa-oşoro (opká-oshoró, cetro, cayado), perforó la palmera y bebió del vino que manaba de ella. Embrigado, se quedó dormido, con el Apo Àiyé (Saco de la Creación a su lado).
Olófin-Otete (otro nombre de Odùdúwà), al percatarse de la situación, fue elese (al pie) de Su padre Olórun y le informó. Olódùmárè, decidió, entonces, encomendarle la tarea de crear el planeta como hoy lo conocemos.
Odúa hizo los sacrificios pertinentes, orientado por su compañero Òrúnmílà y suspendido de una cadena (ewon) de plata de 16 eslabones derramó sobre la superficie del agua (lo único existe en el caos y oscuridad inicial) un poco de polvo. Luego dejó deslizarse a la gallina (adíye) cinqueña (de pata de cinco dedos), para que esta exparciera la tierra. El camaleón fue el que tanteó la superficie recién formada y confirmó que Odùdúwà podía bajar.
Así pues, Odúa fue el primer òrìşà que pisó sobre la tierra (esentayé, de donde nace la ceremonia homónima, típica de la práctica ancestral, en que se le hace la adivinación del destino a los recién nacidos). Odùdúwà venía, como todos las deidades, con 200 acompañantes.
Al despertar Obàtálá, mostró contrariedad por lo sucedido. Olórun, le perdonó el deliz y le encargó moldear al ser humano de la arcilla (por lo cual recibe el título de Alamorere). Una vez en la tierra, travó una violenta guerra con Odúa y sus seguidores, sólo apaciguada gracias a la intervención de Èşù Obà sin l'Àiyé, Òrúnmílà, Yemoo (esposa de Bàbá) y la astucia y sacrificio de Moremi, hoy en día heroína de Ifè.
Odúa fundó la capital espiritual de los yorùbá (Ilé Ifè) y se volvió su progenitor. Hoy en día todos los yorùbá se consideran omo Odùdúwà es decir hijos de Odùdúwà. Odúa encabeza la dinastía de los 21 obà, reyes locales, que ratifican sus coronas al pie del Ooni de Ifè, por tradición descendiente directo del òrìşà y su encarnación viviente. Por ser el primogénito de Odùa-Ilè-Àiyé (La Madre Tierra), se le llama Àrému (Àré = primero). También Agbéjì en virtud de su capacidad creadora.”
De esta forma vemos el por qué Obbatalá no toma otí y aún más observamos su papel en la Creación, él es Obbá (Rey). Y aunque este patakí es de Ifá no cambia la escencia del culto en la “Santería Afrocubana” que lo sigue viendo de la misma forma que lo ve Ifá.
Debo aclarar a muchos lectores que dicen que “Shangó es el Rey de la Religión” que ese título solo lo mantiene en Oyó, pues como estadista legisló las prácticas religiosas que debían tener cabida en el imperio, pero no es ni el dueño ni el rey de la RELIGIÓN; es decir, del conjunto de ordenanzas; el Rey es Obbatalá. Fíjese usted que cuando una cabeza es rechazada por un Orisha no es Shangó el que la toma, sino Babá; el primer color jerárquico es fun fun (blanco) que es el color de Obbatalá y no de Shangó, el Iyawó viste un año entero de blanco, no de rojo y el primer Orisha que habla luego de los Ayagún (Elleguá, Oggún y Oshosi) es Obbatalá.
La historia anterior, y debo detenerme aquí, no está excenta de algunos mitos, pues no sabemos si fue Obbatalá borracho o no; es decir tomemos el extracto y no el todo. Obbatalá es el creador del ser humano, quien lo guía y da vida y es por eso que está encima de todos los demás y lo colocamos en alto como el Rey que es.
CEREMONIAS:
4 u 8 okutás fun fun. Su mano de dilogún. Su bastón de mando. Su iruke fun fun
La mano con el rollo de la ley. Sol
Luna
Estrella
Serpiente (símbolo de sabiduría)
Dos manillas (representan la tierra)
1 sopera blanca.
Orí y eú (algodón), que es el símbolo de la pureza.
Cuando se va a hacer Obbatalá lo primero es ir a la ceiba, por la parte del naciente y en el tronco hacer dos círculos concéntricos de harina de castilla o efún y orí. En el centro del círculo se ponen 16 semillas de habichuelas y se da una eyelé fun fun. El akokán de la eyelé va para el ashé lerí.
La segunda ceremonia es ir a una loma con el oke del padrino (hay casas que usan el del ahijado) cubierto por una jícara que lleva pintada 8 círculos blancos y en su parte superior un hoyo por el cual come Oke, se da una Eyelé fun fu y al igual que con la de la ceiba el akokán va para el Ashé Lerí.
Debo aclarar que es muy propicio que cuando el iguoro sea ya muy mayor y próximo a la muerte virarle el oro para Obbatalá, así como colocarle en cualquier momento dos muletas de metal a Obbatalá en su interior para alargar la vida. Estos son algunos secretos del Orisha, aunque posee muchos más.
Obbatalá come chiva, chivo, gallina, gallo, palomas, guineos y esto está dado en la mezcla que existe entre él y Orishanlá; pero ya se aclaró que su alimento es el gallo.
NOTA: El Iruke que se emplea en los Itutos no es el de Oyá, sino el de Obbatalá.