domingo, 7 de noviembre de 2021

ORISHAS ALAGBATORI Y ORISHAS ADDIMÚ:

Por: Gabriel González Acosta i Cabanes
Contacto: gabyrichin@gmail.com

ORISHAS ALAGBATORI Y ORISHAS ADDIMÚ:
 
Para explicar mejor esta situación, debo expresar lo que quiere decir Alagbatori: Alabatori, es el conjunto de Orishas que van a una lerí, para aconsejarla y guiarla según lo dispuesto por ella misma en los cielos, es decir; Orí en los cielos tiene un propósito, cuando desciende a ocupar su lugar en Eleddá (cabeza física) debe buscar la manera de expresar ese propósito al individuo que ocupa. Orí va con un propósito espiritual y mediante los oráculos esta dice qué es lo que viene a hacer y que el individuo lo sepa; en Nigeria el primer Orisha que se entrega es Orí y no Elleguá.
Cuando ya Orí expresó su cometido, entonces se procede a preguntarle qué necesita para llevar a cabo el propósito con el que bajó, esto puede ser: Orishas, egües (prohibiciones), ebbó (sacrificios) etc… El Itán que hacemos para determinar el Orisha Tutelar es muy parecido a la primera consulta que se hace para que la cabeza hable y por ende determine cual es el orisha que la ayuda a llevar a cabo este propósito. La bajada de Orula y la baja de Erindilogún son quienes determinan qué Orisha se va a coronar y qué otros Orishas serán necesarios en la inciciación. En los ossoddé de entrada a Osha siempre se pregunta si la persona debe “entrar” con otro Orisha, además de los de la “cartilla”. Precisamente lo que hacemos aquí, donde metemos en una cabeza una cantidad muy grande de Orishas, no es necesario, aunque lo fue en su momento. ¿Por qué? Pues porque a través de las cinco deidades que van a Orí: Elleguá, Obbatalá, Oshún, Yemayá y Shangó se coronan las demás deidades; las que no se hacen a través de Obbatalá, se hacen a través de Yemayá, Oshún o Shangó. Todo estuvo bien pensado, aunque hoy existan críticas mal intencionadas. Usted que lee esto debe saber que los africanos no vinieron de turismo a Cuba, sino de esclavos y ni siquiera trajeron sus respectivos receptáculos, los fabricaron nuevamente en Cuba según su entendimiento y por ello es que aquí hay mil formas de entregar un Orisha y ninguna se parece a la forma de los nigerianos ortodoxos.
Ahora bien; en Cuba se dice que un Orisha no habla por diloggún si no se le ofrecen sus cuatro patas; esto es un error, ¿por qué? pues mire usted que la jicotea tiene cuatro patas y no se hace itá con ella, el perro tiene cuatro patas y no sirve para itá, y la lista sigue: venado, toro, novillo, jutía, ratón, león, leopardo etc… todos son cuatro patas y con ninguno se puede hacer itá… La realidad es que el chivo y el carnero son los que tienen el ashé, porque debido a sus historias ellos merecen ser sacrificados, los demás son casi sagrados; pero nunca fue un requisito dar cuatro patas para que Osha hablase en Itá y realmente aunque se ha distorsionado mucho NO ES REQUISITO que Osha solo haga Itá con cuatro patas.
Debo aclarar que los únicos Orishas que van a estera con cuatro patas son aquellos que fueron a Lerí, por eso usted prueba esas cabezas que son el símbolo de la suya, es decir; la cabeza de Shangó es la suya y él le va a dar consejo a su cabeza, porque estuvo allí, en contacto con su Orí y la va a aconsejar. Los Orishas que no fueron a Orí no necesitan de animales de cuatro patas para su conversación porque solo darán un consejo, pero no estuvieron en Orí. Aquí en Cuba Inle da solo su consejo, pero lo hace por boca de Yemayá que sí estuvo en esa Lerí y la conoce y sabe lo que le viene bien… no es difícil de entender.
Cuando usted recibe un Orisha posterior a su Kari Osha, así lo reciba con cuatro patas y le de cien chivos o carneron jamás dejará de ser un “Orisha Addimú” que es lo mismo que “Orisha de Ofrenda” porque no fue a lerí. Hoy la costumbre es que solo se dice “Orisha Addimú” a los que se reciben de plumas, ¡gran desconocimiento e ignorancia de los iguoros! Porque realmente se olvidan que lo que no estuvo en Orí no la puede aconsejar, entonces ¿de qué vale ofrendar cuatro patas? Pues posterior al Kari Osha no vale de nada. Usted recibe Orishaoko con cuatro patas, ¿para qué ofrecer cuatro patas a un Orisha que al final hablará por Yemayá? Con esto no quiero decir que usted le puede ofrendar a sus deidades lo que ella pida, pero una cosa es darle un chivo de ofrenda y otra muy distinta darle un animal para que hable, porque en realidad no habla, habla otro.
Un error peor que el anterior es que esa dinámica errónea se reproduce en dos vertientes: si la tienes con plumas no la puedes dar luego con cuatro patas y el otro problema es que creen que con el hecho de tenerla con cuatro patas la pueden coronar directa y esto sabemos que no es así. En el primer error ha de saberse que no existen Yemayás con plumas y Yemayás con cuatro patas; Yemayá es una y solo una y todas nacen igual; mediante un lavatorio, luego es que se le ofrece la sangre, pero se lava igual una Yemayá, o cualquier otro, con plumas que con cuatro patas, no varía en lo absoluto ni el Ozain ni el Lavatorio; y no es primera vez que un Orisha se ha tranzado y ha dicho que no quiere un cuatro patas, sucede muy a menudo, porque Osha sabe lo que le viene a Orí.
Otro error que vemos en la ignorancia colectiva: Si usted tiene quitado el carnero, NO LO PUEDE COMER, LIMPIARSE Y TAMPOCO PROBAR LA CABEZA CUANDO SE LA PRESENTAN, que además y dicho sea de paso, en los orishas “addimú” no existe ese requerimiento. Yo he visto darle a probar la cabeza de un carnero a una Oló Oyá que recibió Inle con cuatro patas, ¿usted está loco? Las Oló Oyá no prueban este animal ni lo utilizan para su depuración, aún cuando Osha come lo que desea, se respeta la “tradición” porque está respaldada por oddun.
Hoy en día hay iguoros y Oriaté que dicen que si no hay cuatro patas se hace itá con tres gallos o gallinas… señores, Osha hace itá hasta con una codorníz, porque cuando usted hace una bajada de diloggún, Osha ni siquiera ha comido y sin embargo habla. Lo que se está viendo es que nosotros hemos condicionado a Osha a voluntad, pasamos de servidores de Osha a voceros y dueños de Osha; le quitamos el habla, decidimos su comida y hacemos a nuestro antojo lo que “padrino”o “madrina” hace o dice y yo le digo, usted puede querer mucho a su padrino, pero por encima de usted y de su padrino está Osha y por si fuera poco usted tiene en sus manos tres oráculos para saber qué es lo quiere ese Orisha: Erindiloggún, Obbi y Opkuele. Pero como ya Osha es nuestro prisionero y por ende es uno más de la casa, decimos a los ahijados que sus Orishas tienen hambre, tienen sed, están tristes y por eso hay que darle tambores; en fin, somos tan incultos y tan manipulables que comparamos a Osha con nuestras necesidades, a este paso ahorita tendremos Orishas que necesitan aire acondicionado porque tienen calor, a Obbatalá ya le ponemos algodón porque es friolento, con lo cual en Alaska su poder estaría anulado, por eso es que los esquimales entonces no tienen cabeza porque como el polo es tan frío Obbatalá no baja porque se muere… Yo pongo aquí todo esto a ver si hay alguien que tiene vergüenza e intelecto de detectar la irrealidad y la estupidéz.
Pero debo explicar primeramente a los iguoros el por qué ofrendamos eyebbale (sangre) a nuestros Orishas sin meterme muy de lleno a explicar lo que ya se sabe. En todas las culturas antiguas la sangre ocupaba un lugar muy importante, pues sin sangre las personas no podían vivir, cosa cierta, pero en su mente no importaba nada, la recepción de la sangre era “la vida”. Lo normal era en aquellos tiempos, entonces, ofrecer el fluido vital a algunos dioses para “revivirlos”, si sumamos a esto que cuando nacemos estamos cubiertos de sangre… es normal pensar que ofrecer la preciada eyé trajese a la vida los principales espíritus. Los primeros sacrificios se conoce, fueron seres humanos, esto luego fue variando hasta realizar los sacrificios tal cual los conocemos hoy. Cuando usted ofrece sangre a un Orisha lo “revive”, es decir; potencia las cualidades energéticas de la deidad, acercándola a lo humano, a lo material y así conseguir su manifestación en el plano terrenal. Osha nace en los cielos mediante los cantos y las hierbas de Ozain, ofrece consejo en el lavatorio y se materializa mediante la sangre vertida en su receptáculo, una vez allí, su poder ya manifestado se renueva cada vez que Osha decida.
Cuando usted necesite que su Orisha se manifieste en la tierra, renueve los lazos y los pactos con usted, se hace necesario un sacrificio, siempre preguntando al Orisha las características de esa eyebbale: animal, color del mismo etc... Pero los orishas no tienen hambre, ni están a dieta, ni sienten ni padecen; son orishas y por tanto, se encuentran por encima de todas las tonterías humanas.
¿En qué oddun se establece que solo dando animales de cuatro patas se hace Itán?  Y digo oddun, porque seguramente habrá quien inventará mitos y leyendas y habrá quienes tengan en sus manos un pesudo tratado de Ifá o Santería escrito por algún “afamado Olorisa u Olúo”. Vamos a acotar además que ese Itán con oddun dobles solo es aquí, donde buscamos letras dobles y etc…, despreciando que ese Orisha hizo Itán desde su nacimiento en el lavatorio. Muchos iguoros desprecian el lavatorio y les gusta Itán porque es mejor, y yo pregunto ¿El oddun de Itán es más fuerte que el oddun que sacó un lavatorio? Recalco que supuestamente el famoso “cuchillito” borra Itán pero no borra lavatorio, entonces ¿qué oddun prevalece a través de los tiempos? Si nos vamos por la regla de los excesos de sangre y la parafernalia diríamos que cada vez que yo le ofrezca un carnero a Shangó este hace itá, le doy toda la sangre de la tierra y hace itá, pero ¿cuántas veces se lava con ewe, omiero, jabón y se lanza el diloggún de Shangó al suelo? Ya usted lo sabe, pero le respondo que solo una vez en su vida, sea esta corta o larga.
Vamos poco a poco acercándonos a una lógica aplastante que se adecúe a una cabeza con pensamiento: En Cuba cada dos por tres alguien cae preso de Osha “se le sube el santo” y este habla mitad lucumí, mitad español y algunos ya han pasado un curso intensivo de castellano mejorado, saben lo que es la vida y sus comodidades, entonces; ese señor o señora en trance dice mil cosas y hay que hacerlas porque Osha habló, aunque ese montador lo único que precisó para dar el consejo fue el sonido de un tambor; sin embargo si va a hablar por diloggún hay que hacer doce mil ritos, ¿no sería mejor ahorrarse unos reales y hacer itá y ebbó por “montadores” de Osha? sería más factible, pues la cosa queda más personal, quedaría entre Osha e Iyawó… Y con esto no hago burla de los montadores de Osha, lo que quiero decir es que cuando Osha va a hablar le da lo mismo chivo, que carnero, que jio jio… Cuando Osha habla lo mismo le viene a la cabeza a un omó que habla por diloggún sin tanto problema. Iguoros, va siendo hora de usar la cabeza para dirigir un pueblo, haga su templo y sus seguidores… Es el cuento de los tres cerditos, uno hizo la casa de paja, otro de madera y el más inteligente, sacrificado y preparado la hizo de piedra y cemento, ésa casa no la derrumbó el lobo; por desgracia para muchos hoy en día la casa está construida con estafa, ignorancia, aires de grandeza y falta de humildad y el lobo es el conocimiento, que con un soplido derrumba todos esos muros de paja.