miércoles, 29 de septiembre de 2021

DIVINIZAR EN TIERRAS YORUBAS

 Sin lugar a dudas no hay concepto más magnífico en todas las religiones que el de alcanzar la inmortalidad.

No podemos hablar de religión sin dioses, estos dioses más o menos complejos enriquecieron el panteón Yoruba por los poderes que quizá en vida ostentaron, y digo quizá, porque no todas las hazañas están muy bien enmarcadas en lo fantásticos, sino más bien en lo político.

Lo que para estos africanos es un Orisha, para nosotros es simplemente un busto y al igual que ellos le ofrecen bebidas y alimentos a sus Orisas, nosotros ofrendamos flores, veladoras, incienso, cantos y actos patrióticos.

Los primeros en ser deificados fueron los reyes que sobresalieron, no por arrojar fuego o conjurar objetos fetiches, sino por su carácter guerrero y de expansión territorial, conceptos políticos que abrogaban a estos un carácter mítico. África mantiene aún hoy la costumbre de cubrir simples mortales con títulos de grandeza; por ejemplo, Mobuto Seseseko, dictador del Congo (llamada por entonces Zaire) ostentaba el título de “Rey de las Bestias” “El temido por el León” entre otros. Otras culturas como la Koreana aseguran que su líder histórico Kim Il Sun nació cuando una estrella del firmamento nació, nunca defecó y su destino estuvo marcado porque pudo dominar el sol y los elementos desde su nacimiento en los cielos. Mitos y leyendas de hombres mortales a los que sus hazañas convirtieron en Dioses fue el comienzo de la divinización, tanto el África como en varias partes del mundo.

Shangó, Daddá, Aggayú, Oranmiyán y Odduduwa fueron seres vivientes (irunmoles o Imalés), que existieron y al morir, su pueblo les colocó una piedra, con forma fálica y de varios metros de altura que hoy conservamos en nuestros receptáculos sagrados a tamaño miniatura, este es el período arcaico de la cultura religiosa africana.

Los antiguos no solo afrendaban a esta estatua las bebidas y distintivos que en vida les agradaba, sino que creían férreamente en que estos se comunicaban con su pueblo desde el más allá (Ará Onú) por medio de los medium y más para el siglo XVII a través de cocos, cadenas con chapas y caurís. Cada poblador adoraba a sus dioses (divinizados) de tal manera que guardara una semejanza mediante cantos y atributos con el fallecido. Shangó, por solo dar un ejemplo, Dios guerrero, se le colocó su trono (pilón) que es el trono que en esa época se utilizaba, instrumentos de lucha de la época, abalorios, efinges que guardan el parecido según la tradición oral y por supuesto su oráculos (diloggún) y quizá una otá o no, cabe señalar que en África un Orisa bien puede estar representado por un muñeco de madera (ej, Oshún en la tierra Iyebú donde está su templo junto al rio del mismo nombre), Ayé Shalunga por simples conchas, otás y otros solo por un caracol ayé y diloggún, las formas de adoración son muy variadas. En nuestra región esto no es extraño; José Martí posee cientos de estatuas, algunas porta un revólver, otras se mantiene de pie, en otros solo su cara plantada en un monolito de piedra, otros sobre un caballo recordando la caída en dos ríos etc... Tal cual nosotros lo evocamos, así lo evocan allá. Lo mismo ves un Shangó con forma de Oshé, que una simple hacha bicéfala, eso es Shangó para ellos.

¿Y de dónde salieron?, ¿Quiénes lo entregaban?, pues sencillamente... nadie, bastaba con saber cómo era, sus rasgos, su personalidad, sus atributos, sus cantos y todo aquello que más se relacionara con el Dios, se le preguntaba si era él y a esa cosita, que daba igual si era un madero o una otá se le rendía tributo.

Martí a caballo, de pie, sentado, con revólver, con un libro u otra forma está bien, pues recorre todas las facetas de su vida, ¿pero si decimos que era un señor muy alto, moreno y de complexión robusta? Nadie reconocería al Apóstol. En África qué importa las imágenes o la forma de adorar, lo que no se pierde es la escencia de la figura, Shangó fue guerrero y Alafín de Oyó, con eso basta para que sea conocido en toda Nigeria, y repito, da igual cómo se adore, ellos bien saben y de sobra quién es y qué pueden utilizar para “traerlo a la tierra”
En Cuba, nadie trajo sus Orishas, porque sencillamente ese concepto de madrina o padrino no existía, lo más grande era padre y madre, que en su exquisita oralidad recitaban patakí (historias) de sus dioses, explicaban cómo eran, sus comidas, dónde vivían y con eso bastaba. Si ya la persona era Olorisa consagraba sus Orishas y aún hoy sucede sin la necesidad de echarle omiero a sus receptáculos y vaciarlos en los del ahijado; nada de eso existía, porque utilizaban su poder (ashé) y conocimiento para entregarlos a cualquiera.
Lo que hoy vemos como herejía, a su llegada a Cuba no era tal pecado, prueba está en que en Cuba, un mismo Orisha posee diferentes formas de consagración, unos llevan 5 otás, otros que 7, otros que si come gallina, otros que si gallo. ¿De dónde vino esto?, pues vino de ellos, que con los poco o mucho que tenían tuvieron que reconstruir su panteón aquí, donde la vegetación no era igual y los ríos no eran aquellos sagrados que ellos veneraban, ¿de dónde tomarían el agua sagrada, si en nuestros ríos jamás se había venerado a nadie? Ya no estaba el río Osun de donde se emplea el agua para consagrar a la Orisa... No se adaptaron por necesidad, sino que rebautizaron ríos, acomodaron ceremonias y cada cual creó el Orisa tutelar que habían perdido con lo que había aquí, le pusieron la misma fé que aquellos de allá y lo entregaron así a sus linajes, ¿Por qué? Sencillamente porque el criollo no sabía nada de nada de esa religión, Shangó era un ser desconocido, ¿cómo voy a fabricar un receptáculo sacromágico si no sé ni de quién es? A un cubano lo envían a China y le dicen “Señor, haga usted un templo a Cai Shen (dios de la salud y bienestar)” y de seguro que no levantamos ni el primer ladrillo, porque no es nuestra cultura, por ello necesitamos un chino que se convierta en nuestro tutor y nos enseñe, y ya cuando usted sepa puede por su conocimiento levantar templos para las 300 deidades budistas. El tan cacareado “nació de mí sopera” es algo jocoso, la naturaleza no la tiene usted en su sopera aunque mida esta dos metros, usted tiene un receptáculo en el que adora a la naturaleza y como tal la naturaleza no se pare dos veces, ni Shangó pare Shangó, él no se preña y pare a la vez, usted lo que está haciendo en el mejor de los casos es fabricandole a su ahijado un receptáculo igual al suyo porque usted sabe lo que lleva, mas, si su ahijado ya es Olosa y se encuentra cinco conchas marinas en un camino, le ofrece lo que lleva y le dice que es Ayé, usted no es nadie para decirle que no, y si usted coge cuatro obbis y le pregunta si esa fuerza natural vive allí y esta dice que sí, ¿qué va a hacer? ¿ Usted se la va a arrojar a la basura? Usted puede entregar un Orisa sin tener al lado ni siquiera su receptáculo, pues el secreto no está en el receptáculo sino en el ashé que por conocimiento y ceremoniales ese Orisa le dio.
No todos los casos llevan el mismo corta y pega, pues en ceremonias como Orishaoko en la que se hace oparaldo y comida a la tierra con tres animales de plumas estas varían, pues ¿cómo hacerle oparaldo a un omó Elleguá con paloma?, pues no se la pasan, con lo cual no hizo la ceremonia, tampoco con el guineo... Entonces qué sacrificio de limpieza hizo esa persona, cuando bien sabemos que Orishaoko es la única deidad que lleva sarayeye, oparaldo y comida a Inle Oggere para afianzar y arrancarle a la persona lo malo que tenga? Un omó Elleguá le dá paloma a Ozun pero si quiere levantarse hay que pasarle un addieyo (pollo) blanco pues ese animal le limpia bien su astral.
No podemos cerrarnos y por eso vemos que este come tal cosa y en tal casa le dan otra... Los orisas no tienen libreta de racionamiento, ellos escogen lo que comen por la acción de Orí sobre la persona. Si Orí dice que quiere que Yemayá la salve, solo queda de Orí decir con qué se salva, no es ningún santo el que salva, sino la elección de Orí y la ayuda de los santos, porque si nos fijamos bien Orí se va cuando Dios dispone, pero los Orisas se quedan; es decir por sobre el Orisa está Orí, y usted le da lo “reglamentario a Osha” pero no es con lo que Orí se salva, ¿de qué sirve? Usted se fastidió igual y lo que hizo fue tener un Osha por tener algo, lo mejor es que la cosa quede en “Orishaoko a usted le quiere salvar su lerí, lerí escoge con qué se salva, Osha acata lo que dice Orí y todos quedamos conformes”.
Entonces y retomando el tema lo único que los iguoros le dan a usted es Corona, y usted nace de sus propios Orishas porque el oro se hace con el orisa del iniciado, no con el del padrino y como sabemos usted no puede consagrar Orisa sin estar iniciado en el culto a Orisa, pero luego de ese Kari Osha usted debe saber el funcionamiento de sus Dioses, y aunque se le pierda todo usted tiene ya ese ashé de volver a poner otás, diloggún, dar el alimento sin necesidad de volver a “nacer” de nadie, siempre y cuando usted sepa... No quiero decir que a usted se le extravió Yemayá y vaya al mercado, compre 30 piedras, le ponga una esponja de mar y 10 dilogunes, para nada, pero si usted sabe como Olorisa los menesteres de su Osha, entonces posee el ashé y el conocimiento para tener su receptáculo.
Esto se traduce así: Ya a usted por el bautizo del cura lo consideran católico y lo es hasta su muerte, como católico usted puede tener en su casa el altar lleno de santicos, poner incienso, comulgar, rezar cien rosarios, usar escapulario y asistir al cura, todo eso usted lo hace porque se leyó los libros sagrados, conoce la liturgia etc... Imagínese que cada vez que vaya a rezar el rosario tenga que ver al cura para que él sea el que le rece, el que le encienda la vela, el que le haga tragarse la ostia... No, mediante el bautismo usted es un católico completo y de usted queda ser bueno o malo, pero no hay católico medio, superior, menor; porque no hay bautizo menor, mayor o medio, todos son igual y el rito es el mismo. A usted el cura por echarle agua en la cabeza no puede decir que el cura lo parió a usted, no, a usted lo parió Dios mediante el agua.
Hoy en África el Olorisa no pare Orishas de sus receptáculos, si sabe cómo van los hace y los da a quien lo necesite, incluso él, no poseyéndolo tiene el ashé (porque tiene santo hecho) y conocimiento (porque en su práctica sus mayores le enseñaron sobre esa deidad)
Si ahora yo deseo hacer un busto de Máximo Gómez ¿tengo que ir a ver al historiador de La Habana para que este me diga si él da permiso? Pues no, yo tengo el ashé (porque soy cubano, tengo ese derecho) y tengo el saber, porque me leí la historia de Cuba y sé quién es él.
Entonces y para concluir debo decir que usted no parió el Olokun de nadie, porque usted no es la madre de Olokun, usted sencillamente fabricó LA REPRESENTACIÓN del Orisha, porque usted no tiene poder para parir un Orisha, usted tiene el ashé y el conocimiento para materializarlo.
Debe saberse además que los Orisas que no fueron a su cabeza usted no debe darlo... Y si usted recibe Inle al paso de los años ¿puede usted darlo?, empecemos que Orí nunca vio ese Orisa en su cabeza ni le dio consejo, y si usted le da cuatro patas habla Yemayá, que sí estuvo en Orí y por eso habla, pero si usted es Oló Oyá donde Yemayá no estuvo, ¿qué consejo da a su Orí? Pues ninguno, por eso se decía Orisha de Addimú, porque eran Orishas Addimú (Ofrenda) Orishas de Ofrecimiento, que no llevaban cuatro patas ni nada de eso, sino una plumita y solo lavatorio, porque no puede aconsejar una cabeza un Orisha que no estuvo en Oddón. Entonces usted no pare ningún Orisa de Addimú, usted lo crea para su ahijado y esa capacidad la tiene por dos razones:
1) Porque nuestros ancestros eran sabios y pintaron un ozun que engloba a todas las deidades.
2) Porque esas deidades se llamaron en Oddón y algunas nacen de otras.
Usted solo entrega y corona lo que estuvo en su cabeza, pero como Osha es tan grande conciente que luego usted cree, fabrique o consagre orishas mediante addimú (mediante ofrendas) y eso es Addimú. Por ello aunque usted le de un toro a Aggayú sigue siendo de addimú, porque no va a la cabeza y así está plasmado en diversos prestigiosos tratados “Addimú, Orishas que no fueron a Lerí y/o que se recibieron posteriormente” da lo mismo que lo recibiera con un gio gio que con un elefante.
Ahora bien, usted lo que no sabe es que Orí, su cabecita, como le llamaron a todos esos santicos para que la ayudaran, y ella es un disco duro plasmado en Egbe (nuestro doble etéreo en el cielo) puede recurrir y llamar a la que le dé la gana para que la ayude y si dice “A mí me salva Inle” hay que lavar Inle con lo que sea, hacer su ceremonial, los ritos y esa lerí se salva, no precisa consejo, solo que recurriendo a los poderes que emanan de él se resuelve lo que obstaculiza el progreso de Lerí y como le pusieron los 5 santos de donde emana todo, ella tiene el derecho de llamar al padre, al hijo y al Espíritu Santo, claro está, como addimú; porque ese Osha no penetró en el Sodo Orisha, sino que sirve como un complemento y por tanto la presentación de la cabeza del cuatro patas no hace falta puesto que esa cabeza no se salva con la cabeza del Osha que no estuvo en esa cabeza....
Usted recibe Oyá el día de mañana con cuatro patas y le hace mil sacrificios, pero usted no la puede coronar, porque ella no fue parte de su corona, usted cogió Oggún luego, pues no puede hacer y entonces para poder matar sí tendría que recibir el famoso cuchillo, cosa que no pasa con Elleguá y Oshosi a los que Oggún les da corona porque entró en Orí.
Los Olúos dan Odde, cargan Elleguá cabecero, Olokun y Yewá, ¿Cómo van a hacerlo si ellos no tienen en muchas ocasiones estas deidades? Pues no es tal sacrilegio, poseen los 256 oddun que dan hasta el carnet de identidad de las deidades y tienen una consagración de Ifá en su cabeza que les otorga el ashé para meter las manos cuando sea necesario. Y digo yo, - ¿Acaso un Olúo tiene más poder que un Olorisa, más ashé?- ¿una persona que no toca ni dilogún tiene más ashé para poner y crear deidades que otro que nació con Osha otá y dilogún?
Entonces y cerrando el tema, una cosa es consagrarse uno mismo y otra que un Olorisa con solo su ashé que lo da su corona gravada en Orun y su conocimiento nos ayude en la fabricación. Porque desgraciadamente siempre hay un pillo que entiende que un texto sacado de contexto es un pretexto y tampoco la lógica funciona así.
Osha es naturaleza y esa naturaleza la aprovecha Orí en su beneficio, pero que nadie crea que Osha está encima de Orí, por ello antes de aventurarse a recibir Osha lo mejor es indagar si Orí está de acuerdo, y si su respuesta es afirmativa, entonces ella dará detalle de cómo desea las cosas y Osha conciente, colegian las dos cómo es el proceder. Fermina Gómez creó un Olokun de dos metros y le dio gato y cerdo, ¿por qué? Pues porque el Orí de la persona se salvaba con ese sacrificio. Nuestros ancestros nos enseñaron algo simple, a nosotros nos pareció poco y lo hicimos complejo, Osha es naturaleza y la naturaleza es diversa, pero sobre todo, no tiene dueños, sino deudores y adoradores.
Contacto: gabyrichin@gmail.com