EL SACRIFICIO ANIMAL: ALGUNAS CONSIDERACIONES.
Por: Gabriel González Acosta i Cabanes
Contacto: gabyrichin@gmail.com
Web: logicayoruba.blogspot.com
Hoy en día existe una especie de “gusto” al derramar sangre de un animal sobre cualquier receptáculo sacro-mágico de cualquier denominación de la religiosidad Bantú. En este caso solo me referiré a la Religión Lucumí por tratarse de esta el material en cuestión.
¿Es la sangre siempre bien recibida por los Oshas y Orishas? ¿Cuál es el protagonismo de la sangre en nuestra religión? ¿Por qué se sacrifican determinados animales?
Esta es la nebulosa en la que se adentran los religiosos, que creen que la fuerza de eyé (sangre) es mayor que la de un coco, una vela u otra ofrenda de “menor valor”.
Comencemos con que pocos son los Iguoros autorizados a derramar sangre de un animal. La reciente creación por parte de nuestros ancestros en Cuba del famoso “pinaldo” o cuchillo de Osha, el cual erróneamente es recibido creyendo:
Primero: Que reafirma el santo que uno se coronó.
Segundo: Que se alcanza la mayoría en el santo.
Tercero: Que se pueden sacrificar animales de cuatro patas.
Toda esta parafernalia que sirve más a alimentar el ego de quien busca reconocimiento que al objeto que se busca en cuestión debe ser aclarada, no a profundidad en este libro, aunque sí debo hacer una pequeña mención.
El pensar que el santo lo reafirma una ceremonia que en África no existe ni existió aquí sino hacia bien avanzado el siglo XIX es un error. Usted debe saber que existe un Ebbó de tres meses y otro que se hacía al año (aquí en Cuba porque allá el Ebbó del Año no se hace ni se conoce). Hoy solo queda el de tres meses y el del año se ha extinguido dado que antiguamente solo se recibía pie y cabeza (Elleguá y Santo Principal). Incluso hoy, en el Estado de Oyó , Nigeria, al año solo se hace un tambor y concurren invitados.
Error más grande aún es decir que el Pinaldo de Osha “borra”los oddun de Itá… Entonces cuando ya en el lavatorio se dio el ashé a los ewes, se lanzó diloggún y nació por tanto ese Osha, ¿se puede hacer santo dos veces o tantas veces se requiera? ¿Qué signos siguen teniendo en el lavatorio aquellos que recibieron pinaldo? ¿Le cambiaron sus números de lavatorio? Jamás esto se puede hacer y los oddun más importantes para quien no los sepa; son los del Lavatorio y luego y solo luego se consideran los de Itá.
Error igual de enorme es pensar que el Pinaldo da grandeza o mayoría. La mayoría la tienen los conocimientos y los años en Osha. Por mucho Pinaldo que usted tenga si no conoce cómo se reza o se sacrifica un animal, menor es entre menores. Acometer un sacrificio sin preparación y aún más sin autorización es una herejía al pie de Olofin.
El Pinaldo solo es recomendable cuando se hayan cumplido muchos años de Osha para que sus Oshas vuelvan a ir todos y cada uno a la estera (cosa que casi nunca sucede) o cuando el Oggundá no cede mediante el caracol de Oggún.
Los únicos que estaban facultados desde siempre para acometer esta tarea eran los achogunes (omó oggún) y los Olúos. Si hoy en día el cuchillo lo da Oggún ¿Por qué entonces todo aquel que tenga Caracol de Oggún no puede sacrificar un animal de cuatro patas? Sin contar que en Osha para sacrificar lo único que se necesita es estar iniciado en Osha y nada más y así lo avalan los conocedores de estas cosas el Nigeria (Olorisas respetables).
La realidad es que todo aquel que tenga Caracol de Oggún puede en circunstancias excepcionales sacrificar un animal de cuatro patas, ya que al decir “Óggún Lo kuá” (que quiere decir que es Oggún quien lo mató), se está eximiendo de toda culpa delante de Olofin.
En todo Kariosha desde tiempos inmemoriables; y no es correcto que cambie esta costumbre, son los Olúos a quienes corresponde el menester de realizar los sacrificios, no por su rango, sino por los suyeres que dominan para el sacrificio de cada animal, por lo menos así se ha quedado bien con Nigeria y con Cuba.
Los animales de plumas al no llevar cuchillo pueden ser sacrificados por cualquier iguoro (aunque como ya he dicho basta que usted tenga Osha para hacer rituales propiciatorios siempre y cuando sepa cómo van) que conozca sus rezos y propiedades, ya que al sacrificarlo no se canta “ñaki ñaki yalorun” solo se debe decir “Ashé pó, ashé tó, ashé bima, arikú bagbagwa” y se ponen poquitos de plumas en los cuatro puntos del receptáculo. El resto de los cánticos sigue igual.
Ahora bien, conociendo esto, surge la pregunta del por qué de dar ciertos animales a Osha, esto lo quiero explicar a continuación en tabla:
Agbó (carnero) Sustitución de la vida humana. Títulos y jefatura.
Euré (chiva) Sustitución de la vida humana. Para salvar a un abikú
Ounko (chivo) Materialización de todas las ideas. Sirve para pagar cualquier deuda. También sustituye la vida humana.
Agután (carnera) Sustitución de la vida humana. Longevidad.
Igbín (babosa) Riqueza, prosperidad.
Ekú (jutía) Estabilidad
Eyá (pez) Libertad para tener hijos. Salvación y Salud.
Eyelé (paloma) Para Todo sobre todo dinero..
Eleddé (cerdo) Dinero y Longevidad.
Ayá (perro) Detiene la ira de los Dioses.
Eyoro (conejo) Para Escapar. Para procrear, escapar de la muerte o un peligro.
Akukó (gallo) Para dominar y vencer una guerra. Escabullirse de problemas judiciales.
Addié (gallina) Maternidad y Protección.
Osiaddié (pollo) Para Todo
Agbegbo Addié (pollona) Para casar o buscarle pareja a una jovencita o rejuvenecer.
Etú (guineo) Dinero y estabilidad. Escabullirse de problemas judiciales.
Ayapá (jicotea) Protección.
Akuaro (codorníz) Salvación es la más fresca de todas.
Akuekueyé (pato) Progreso.
Omoroddié (jio jio) Para la apertura de Orun, el nacimiento, las iniciaciones y los itutos.
Ekutele (ratón) Casa, vigilancia, matrimonio, dinero y hechizos.
Agbeyamí u Okín (pavo real) Solo para reyes, gobierno y mando.
Agborín (venado) Gobierno, control, salud y justicia.
Eshín (caballo) Protección, dirección, comandancia y control.
Ologbo (gato) Protección, hechicería mala.
Agan o Agemo (lagartos) Protección y hechicería mala.
Oni (cocodrilo) Salud, protección, fortaleza. Fue el único animal a quien Shapono no pudo matar.
Todos estos animales como hemos visto pueden y en ciertas ocasiones deben ser sacrificados para obtener tal o cual cosa. En un caso particular como las consagraciones a Inle y Oggún los perros son sacrificados. En mi propia experiencia y por conciencia rehuso y desaconsejo el sacrificio de animales domésticos, sustituyendo estos por otros que en nada perturban la consagración ni el fin a obtener.
En muchas ocasiones se debe requerir los buenos oficios de un Olúo, y quiero especificar en que no todo Babalawo u Olúo posee el conocimiento para sacrificar ciertos animales, pero dejo en claro que en el extenso catauro de información que es Ifá se encuentran los rezos y formas para sacrificar algunos de los animales de esta lista sin complicación alguna como he dicho en párrafos anteriores.
El conocimiento sobre qué animal o no se le debe sacrificar a un Osha u Orisha e incluso Eggun es tratado entre el Oriaté y el referido Osha, con lo cual no siempre es lo que está establecido por antonomasia que el Osha “come” y para ello ejemplificaré algunos tabúes de los Oshas y Orishas:
Orí Lo que diga Itá o Registro
Elleguá Perro, ají picante rojo, cebolla, paloma, guinea, tiñosa.
Oggún Rana y serpiente.
Osun Chivo
Obbatalá Perro, sal, ñame sancochado, bebidas alcohólicas, exceso de luz, hierba mora y el humo.
Oyá Carnero y el humo.
Shangó *paloma, obbi kolá, rata, el ñame de agua, awa sese (frijol caballero)
Aggayú Aceite Addín.
Yemayá Anamú
Oshún Millo, jutía, huevos sin elaborar, babosas, animales machos sin capar.
Orisha Ayé La sangre en general
Babalú Ayé Maíz frito, carnero, la luz del día cuando va a comer, alimentos con sal y atiponlá.
Inle Carne de elefante y álamo
Ozain Babosas
Aprovecho la (*) que he colocado en Shangó para aclarar que en muchas casas las come él y Oggué, al Oggué comer sobre Shangó es de suponer que la sangre se escurra a sus otás. Elleguá no come nunca guineo, pero sí palomas en contadas ocasiones, como para retirar las lágrimas de un babalosha o Iyalosha que lo haya entregado a sus ahijados.
Un problema cada vez más extendido al punto de casi asegurar que existe en el noventa por ciento de los Oriaté, consiste en si el animal se sacrifica o no. Si Elleguá en un registro indica un pato a Yemayá inmediatamente se procede a buscar el referido animal y darle muerte y esto es un error, una herejía descomunal y sobre todo un bochorno ante los iguoros.
El ser humano en su afán casi obsesivo por dar muerte y destruir no se detiene a indagar en estas cosas, pero la realidad es que cuando se le pregunta a un Osha si quiere un animal se le debe decir “eyé de…” y el santo decide. Las hijas de Yemayá o aquellas en que Oddy Melli ha venido con Ossobbo y otros con algunos irés no le deben sacrificar patos a Yemayá a menos que esta lo pida, mas bien lo que la santa indica es criarlo desde pequeñito y cuidarlo mucho hasta que envejezca y muera, me atrevo a decir que les ha dado mucha más suerte el animalito vivo que muerto.
Usted que lee esto debe saber que al Osha se le pregunta “ ¿Usted quiere eyé de akukó? ” y si este dice que no, entonces pregunta si debe soltarlo en un lugar o criarlo y cuando crezca se verá.
No todo en la vida se resuelve con eyé, a veces los animales nos hacen un gran Ebbó Eshé (perdonan los pecados).
Un ebbó que recuerdo muy bien y que practican los hijos de San Lázaro es ir a la calle y recoger un perro vagabundo, llevarlo a la casa y allí cuidarlo, sin que lo piense nadie este ebbó es de los más grandes que se han hecho.
Existe un oddun donde a la mujer para no perder su criatura debe criar un jio jio desde que conoce su estado, cuando el niño nazca se le hace ebbó con el animal, siempre contando con lo que diga Osha.
Una vez abordado este tema el consejo es: Al colocar un animal dentro de un ebbó se debe saber el fin del animal de acuerdo a su acción, lo que se hará con el animal, sacrificarlo etc…